lunes, 23 de noviembre de 2015

¿Quiénes hacen las guerras? Lo que desconocemos: La guerra de la Triple Alianza.


    La Guerra de la Triple Alianza  fue el conflicto militar en el cual la Triple Alianza -una coalición formada por la Argentina, el Imperio del Brasil y el Uruguay  y la Argentina- luchó militarmente contra el Paraguay entre 1864 y 1870. Existen varias teorías respecto de los detonantes de la guerra. En esencia, el revisionismo argentino y la visión tradicional paraguaya atribuyen un papel preponderante a los intereses del Imperio británico.  La visión alternativa pone el acento en la agresiva política del mariscal Solano López respecto de los asuntos rioplatenses.

     El conflicto se desencadenó a fines de 1864, cuando el mariscal Francisco Solano López, presidente paraguayo, decidió acudir en ayuda del gobierno ejercido por el Partido Blanco del Uruguay, en guerra civil contra el Partido Colorado, apoyado este militarmente por el Brasil. López advirtió a los gobiernos de Brasil y la Argentina que consideraría cualquier agresión al Uruguay "como atentatorio del equilibrio de los Estados del Plata", pero tropas imperiales invadieron territorio uruguayo en octubre de 1864.
 
     Solano López solicitó autorización al presidente argentino Bartolomé Mitre para atravesar territorio argentino rumbo al Uruguay con sus tropas, solicitud rechazada por Mitre. Haber permitido que tropas beligerantes atravesaran por su territorio hubiese constituido un abandono de la posición hasta entonces públicamente neutral de la Argentina; por otro lado, el gobierno argentino simpatizaba con el Partido Colorado del Uruguay. En respuesta, tropas paraguayas ocuparon la ciudad de Corrientes en abril de 1865, forzando a la Argentina a entrar en la guerra, aliada con Brasil y el nuevo gobierno uruguayo. A partir de ese momento ya puede hablarse de «Guerra de la Triple Alianza».
    El desastre final recayó sobre Paraguay. La población, que superaba un millón trescientos mil habitantes antes de la conflagración, quedó reducida a apenas doscientos mil habitantes, de los cuales aproximadamente el 10% eran hombres, en su mayoría niños, ancianos y extranjeros. Las iglesias y casas particulares fueron saqueadas cargándose las mercancías en los barcos brasileños y argentinos anclados en el puerto de Asunción. También desaparecen todo tipo de tarifas aduaneras.
    El Paraguay pierde ciento cuarenta mil kilómetros cuadrados de territorio. El Brasil se apodera de un suelo muy extenso y apto para la agricultura; la Argentina del chaco austral y casi del boreal también, conflicto que será subsanado más adelante. En síntesis, el Paraguay pierde una extensión de tierra "casi igualable a los territorios de Cuba y Bélgica juntos".

    El 1º de mayo de 1865 firmaron en Buenos Aires el tratado de alianza que permanecería secreto debido a sus comprometedoras cláusulas. Los aliados se comprometían a respetar la independencia, soberanía e integridad del Paraguay. Los objetivos,   quitarle a Paraguay la soberanía de sus ríos; responsabilizar a Paraguay de la deuda de guerra; y repartir el territorio en litigio o exclusivamente paraguayo entre la Argentina y Brasil, la guerra no se detendría hasta la caída de López. Esta se hacía contra el presidente y no contra el pueblo paraguayo, cuyos miembros eran admitidos por los aliados para incorporarse a una Legión Paraguaya que luchase contra la "tiranía" de López. Se firmó también un protocolo adicional, también secreto, que establecía la demolición de las fortificaciones de Humaitá; desarme de Paraguay y reparto de armas y elementos de guerra entre los aliados; y reparto de trofeos y botín que se obtuvieran en territorio paraguayo.  
    George Thompson, un ingeniero inglés que trabajó para el joven López (el británico se distinguió como oficial paraguayo durante la Guerra de la Triple Alianza y después escribió un libro sobre su experiencia) tenía palabras ásperas para su ex-patrón y comandante y lo llamaba "un monstruo sin igual". La conducta de Solano López ponía en evidencia tales cargos. En primer lugar, los cálculos erróneos y ambiciones de Solano López zambulleron al Paraguay en una guerra con la Argentina, el Brasil y el Uruguay. Esa guerra produjo la muerte de la mitad de la población paraguaya y casi eliminó al país de la faz de la Tierra. Durante la guerra, Solano López decretó las ejecuciones de sus propios hermanos y mandó a torturar a su madre y hermanas cuando sospechó de ellos como opositores. Miles de personas, inclusive los mejores soldados y generales también sufrieron la muerte delante de pelotones de fusilamiento o ser descuartizados por órdenes de Solano López.
    Otros vieron en Solano López como un paranoico megalómano, un hombre que quiso ser el "Napoleón de Sudamérica" solo para reducir su país en la ruina y convertir a sus compatriotas en mendigos en su vana búsqueda de gloria. Y lo infaltable: El rol bélico que pregonaban los ministros de Su Majestad la reina, en su afán de seguir generando ganancias para propio bien y el de sus entidades bancarias como la Banca Rotschild, la Casa Baring y el Banco de Londres.
     La situación del otro grande, la Argentina, tampoco era menos desastrosa, debiendo en reiteradas ocasiones recurrir al capital inglés, por ejemplo al derrumbarse los precios de los cueros, la lana y el ganado. El presidente Mitre fue muy claro para con sus conciudadanos al decir: "¿Cuál es la fuerza que impulsa a este progreso? Señores... es el capital inglés". El Ministro de Hacienda argentino, Lucas González, daba su opinión acerca de la guerra y entre otras cosas mencionaba que uno de los tantos objetivos de la guerra era "obtener beneficios muy grandes para el comercio del mundo, muy especialmente del comercio inglés que encontrará en el Paraguay libre y civilizado un gran mercado que explotar".
Fuente: Artículos del tratado de la Triple Alianza de 1º mayo de 1865, cit. en ibid., pp. 183-184. José María Rosa, Historia argentina, vol. VII, Buenos Aires, Oriente, 1974, p. 135.
 
 

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